
No confundas sed con hambre
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Cómo Mantenerse Hidratado y No Confundir la Sed con el Hambre
¿Alguna vez has tenido un antojo repentino, comes algo… y en minutos, la sensación sigue ahí? La explicación podría ser más simple de lo que piensas: a menudo, nuestro cuerpo confunde la sed con el hambre.
De hecho, los estudios han demostrado que una gran parte de nuestros antojos diarios no se deben a la falta de energía sino a la deshidratación. Cuando no bebemos suficiente agua, nuestro cuerpo envía señales que interpretamos fácilmente como “tengo hambre”.
¿Tienes sed o hambre?
Aquí hay algunas señales de que en realidad podrías estar deshidratado:
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Fatiga repentina.
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Dolor de cabeza leve.
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Boca seca o sensación pegajosa.
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Hambre leve (como antojo de “cualquier cosa”).
Cómo Evitar Confundir la Sed con el Hambre
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Bebe agua primero. Cada vez que sientas un antojo fuera de las comidas, toma un vaso grande de agua y espera 10 minutos. Si la sensación desaparece, era sed.
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Lleva tu botella de agua contigo. Una botella con marcas de horario (mañana, tarde, noche) puede ayudarte a asegurarte de que estás bebiendo suficiente agua durante el día.
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Haz que el agua sea atractiva. Agrega rodajas de limón, pepino, bayas o hierbas como menta para hacerla más sabrosa y fácil de beber.
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Revisa el color de tu orina. La orina clara es señal de buena hidratación; la orina oscura indica que necesitas más agua.
El Beneficio Extra
Mantenerse hidratado no solo ayuda a controlar los antojos, también mejora la digestión, la apariencia de la piel y los niveles de energía durante el día.
💧 La próxima vez que sientas hambre fuera del horario de comida, recuerda: primero agua, luego comida. Tu cuerpo te lo agradecerá.